viernes, 11 de septiembre de 2009

Mi primer doulaje
















LLEGÓ CARLOS..............SAINZ (febrero de 2009)



Es 23 de febrero de 2009, algo me hace ponerme alerta, no lo se explicar pero de pronto sentí que Carlos ya estaba cerca y que lo que había ido posponiendo no podía esperar más. Hice las últimas cosas que quedaban por preparar y llamé a Asun.

Vale, empiezo desde el principio. Soy una doula en práctica, ¿que qué es una doula?, la doula es la mujer que da apoyo emocional y logístico a otra mujer durante su embarazo, parto y posparto. Esto es resumiendo muchísimo, pero es que si no no llegaremos nunca al final tan precioso que es Carlos.

Bueno, pues como decía soy una doula en prácticas porque todavía no he terminado mi formación teórica. Asun es una buena amiga, la conozco hace ya casi 4 años, nos conocimos cuando ella estaba embarazada de su primera hija y yo de mi segunda, íbamos a clases de preparación al parto a una clínica de partos naturales y cuando ya tuvimos a nuestros bebés nuestra amistad duró y seguimos en contacto. Así que Asun estaba ya embarazada de su segundo bebé cuando yo estaba en mi formación de doula, acordamos que la acompañaría a su parto para hacer mis prácticas y ella así tenía alguien que se ocupara de su hija mayor mientras ella paría, pues era lo que más le preocupaba para ese momento.

Como os podreis imaginar a estas alturas, Carlos es el bebé que Asun espera.

Ambas teníamos mucha ilusión en que llegara el día del parto y cada cual cumplir con nuestro cometido (ella parir y yo a disposición para lo que se me necesitara). El único problema era la logística, viviamos a una hora de distancia y el hospital en el que Asun iba a parir (Acuario, una clínica de partos naturales) estaba a otra hora más desde casa de Asun.
Pensamos que las cosas ocurrirían como tendrían que ocurrir, por más que pensaramos, era muy difícil adivinar que pasaría el gran día.

Llegó el día 24 de febrero y no tenía noticias de Asun, así que la llamé para preguntarle como iba. Me dice que no lo sabe muy bien, pero que está paseando y tiene dolorcillos, aunque ella piensa que no puede ser, que seguro que son sus ganas de ver a Carlos.

Le digo que estoy a su disposición, que con cualquier cosa me llame. Ella me comenta que por la tarde a las 7 y media tiene cita con el gine, que según lo que le diga, me llama y me cuenta.

Me voy a casa a comer, mis padres están de visita y pienso que sería un buen día para el parto, porque así no tengo que andar dejando a mis niños por ahí. Pues eso, comiendo estábamos cuando sobre las 3 y media me suena el móvil. Me dio un sobresalto pensando en Asun y me tragué el bocado que tenía en la boca para contestar cuanto antes. Miro la pantalla del móvil y efectivamente es ella. Me dice que ha adelantado la cita con su gine a las 4, porque nota que los dolores no paran y piensa que puede ser parto. Quedamos en que cuando salga del ginecólogo me llama para decirme si salgo para allá o no. Termino de comer rápido y me dispongo a prepararme mi bolsa, empiezo a pensar que hoy daremos la bienvenida a Carlos.

Mientras me preparo la bolsa me vuelve a llamar Asun, me dice que todavía no ha entrado al ginecólogo, pero que salga para allá, porque la cosa no tiene ninguna pinta de pararse. Le digo que ya lo tengo todo preparado y que salgo para allá, llegaré en tren a Valencia y ellos después de recoger a su hija mayor del cole pasarán a recogerme a mi. Vale, todo en marcha.

Mi hermano también está en casa, así que él me lleva a la estación para no perder tiempo. Por suerte en cuanto llego sale un tren, son las 4 y 20 y llegaré a Valencia una hora más tarde, justo el tiempo para que ellos recojan sus cosas, vayan a por su hija y yo ya les estaré esperando. Cojo el móvil, en todo el día no lo he utilizado para llamar, sólo he recibido llamadas y cuando trato de llamar a Asun, me doy cuenta de que me han cortado la línea (es un móvil de empresa y por lo visto la empresa no ha pagado este mes, ¡maldita crisis!). Trato de calmarme, seguro que Asun me llama en breve para saber por donde ando. Pero no me llama, me desespero y me decido a pedirle a alguien que me deje utilizar su móvil. Ando por el tren con mi móvil en la mano, mirando a la gente a ver quien tiene pinta de dejarme su móvil. Veo a una mujer y una chica jovencita, les veo cara de amables, así que les digo con algo de vergüenza si me dejan utilizar su móvil, pues estoy en una situación delicada. La mujer me mira con desdén y me dice que ella tampoco tiene saldo, por suerte la chica de su lado está sacando el móvil y me dice que no hay problema, que llame. En ese momento pienso en que a la próxima persona que me hable mal de la juventud de hoy en día, le pondré un pañuelo en la boca.

Llamo a Asun y al otro lado del teléfono suena una voz extraña, es Asun, pero tiene una voz más grave y su habitual buen humor se ha esfumado. Le pregunto como está y me dice “De parto, estoy de 5 cm.”, yo entiendo que me dice de 2 cm. y pienso que hay tiempo. Le explico que no la podré llamar, que ante cualquier cosa que me llamen y quedamos en que a las 5 y 20 me recogen en la estación.

Pasan 10 minutos, mi móvil está en mi mano, no me atrevo a meterlo al bolso, no sea que no lo vaya a oir y de pronto suena, es ella de nuevo, contesto y con la misma voz grave me dice. “No llegamos”, la interrumpo y le digo, “Tranquila iros para allá, yo cojo un taxi y acudo a Beniarbeig”, pensaba que me decía que no llegaban si me esperaban a mi. Ella me corrige, “No, no llegamos a Acuario, nos vamos al Peset, acude tu allí”, en ese momento me da por pensar en que no han pensado en que hay que recoger a la niña del cole y le pregunto “¿Qué hacemos con Alba” y ella me aclara que la recoge su suegro. Enseguida me doy cuenta de lo absurdo de mi comentario.

El Peset es un hospital público, pero es el que más cerca les pilla y por lo visto no hay mucho tiempo.

Llego a Valencia, salgo corriendo en busca de un taxi, es una mujer taxista y me da buen rollo, pienso que esto seguro que indica que todo va a ir bien (cosas raras que piensa una en momentos de tensión). Llego al hospital, voy directa a admisiones y pregunto por Asun Roca. Me dicen que está en la habitación 709, así que salgo pitando hacia los ascensores, pensando que si está en la habitación, todavía está en dilatación y puedo acompañarla aunque sea un poquito. Salgo del ascensor y el primer cartel que leo es “neonatología”, ese nombre me da miedo, una sombra negra planea sobre mi y la espanto como puedo, “No, este no es mi parto, es el de Asun, todo va a ir bien”. Llego a la habitación y la chica que está allí me dice que allí no ha llegado nadie. Pienso que estará en paritorios, pregunto por paritorios y me dicen que está en la planta baja, otra vez para abajo, ¡Por Dios que lentos son los ascensores!.

Ya estoy en planta baja, salgo hacia el pasillo que me han indicado y enseguida encuentro a Chimo. Tiene cara de asustado, me dice que Asun está dentro y que a él aún no le han llamado. Trato de tranquilizarle y le digo que cuando le dejen entrar, que tenga clara dos cosas, la primera que trate de que pongan al bebé sobre la mamá y que se mantengan juntos el máximo tiempo posible, la segunda que si tienen claro que de momento no quieren vacunar a Carlos, que les avise de que no le pongan la Hepatitis B al niño. Dice que vale y que acaba de ver a una mujer salir con el bebé juntos en una camilla, así que confía en que no separen a Carlos de Asun. Nos vamos tranquilizando y Chimo me va contando como ha transcurrido el día, me cuenta que Asun a la hora de comer ya tenía una cara rara, pero que le ha dicho que no se preocupara y que se fuera a trabajar, que quizá se han confiado demasiado. También me cuenta que cuando ya iban en el coche, Asun ha roto aguas y se ha asustado mucho y por eso ha pedido ir al Peset, que él hubiera seguido hacia Beniarbeig, pero que ella estaba muy asustada. Yo le digo que si Asun ha tomado esa decisión, seguramente será la correcta, porque nadie mejor que ella conoce su cuerpo. De esto estamos hablando cuando sale una enfermera o celadora o yo que se que es y pregunta por familiares de Asun Roca, Chimo entra corriendo y yo me siento en la salita de espera sabiendo que ahora ya no tengo que correr más (nunca me había imaginado mi primera experiencia como doula con tantas prisas, me la había imaginado de muchas formas, pero nunca corriendo, no estoy acostumbrada a partos rápidos).

Al ratito llega una señora muy nerviosa, se dirige atropelladamente a una celadora que está hablando con otra persona y entiendo algo de que pregunta por su hija que le habían dicho que estaba en la habitación 709. Le pregunto si es la madre de Asun y me dice que si, la celadora con bastante poco tacto le aclara que Asun ya ha parido y que ahora saldrá que la están cosiendo. Le digo que se siente a mi lado y la tranquilizo, le explico que soy una amiga de Asun (explicarle en estos momentos lo que es una doula, me parece subrealista) y que si Asun ya ha parido, con lo poco que hace que ha llegado al hospital, es porque todo ha ido bien, que los partos que se desarrollan tan rápido suelen ir bien. La señora está llorando y me agradece la poca información que le doy. Se va tranquilizando aparentemente aunque se le nota que lleva un gran nerviosismo por dentro. Empiezo a hablarle de Alba, de lo que le va a ilusionar el tener ya al hermanito y parece que hablando de su nieta la cara le va cambiando, me pregunta si tengo hijos y le explico que si, que tengo dos y que mi hija pequeña es de la misma edad que su nieta Alba. Al poco pasan por el pasillo con una cuna vacía hacia paritorios, pienso que esa cuna es para Carlos, no me da mucha tranquilidad porque eso significa que les tendrán separados, pero me callo y vamos a la puerta de paritorio a ver si vemos salir al peque.

Al poco ratito sale una enfermera empujando la cuna con Carlos dentro y Chimo muy nervioso alado pidiéndonos que nos quedemos allí para esperar a Asun que todavía están cosiéndola. No entiendo porqué se llevan primero al bebé, pero no me da mala espina pues lo llevan en una cuna convencional, nada de incubadoras ni carreras con el bebé. Antes de que se vaya Chimo, la suegra le pregunta por como está Asun y no nos da ninguna respuesta, nos vuelve a pedir que la esperemos. Me da por pensar que quizá haya sido una cesarea de urgencia, pero recuerdo las palabras de la celadora y ha dicho literalmente “Asun ya ha parido”. En fin, por más que piense no voy a solucionar nada, así que volvemos a la salita a sentarnos a esperar.

Aguantamos poco rato allí sentadas, salimos de nuevo al pasillo y después de un rato oímos algo de que tienen que subir a planta a una chica, supongo que es Asun y allí nos quedamos en el pasillo. Pasa otro rato y por fin sacan a Asun. Nos miramos, trato de dejar espacio para ella y su madre, pero veo claramente que Asun me busca a mi, le doy mi mano y lo primero que me dice es “Que desastre Mª José”, “No”, le digo, “No es ningún desastre, que acabo de ver a Carlos y es un bebé precioso”, sonríe y me dice “Si, ¿Lo has visto?, es que yo casi no lo he podido ver”. Le digo que Carlos está arriba con Chimo y que ahora la van a subir y lo verá todo lo que quiera y más. Subimos y llegamos a la habitación, está Chimo, pero no está Carlos, pienso que será un momento tenso, no se lo que pasa, pero imagino que Asun preferirá tener intimidad en ese momento, así que bajo la cortina que separa la zona de la cama de Asun de la de la otra chica de la habitación. Chimo nos explica que se han llevado a Carlos a observarlo porque respiraba con algo de dificultad, Asun dice que si se lo traen seguro que se estabiliza si le dejan estar junto a él. Le doy ánimos y salgo a ver que pasa con el niño. Está en una salita sólo unos metros más allá de la habitación, no está en neonatos ni nada, simplemente está en una salita donde le observan a él y a otros bebés. Me explican lo mismo que a Chimo y se lo repito a Asun. Asun me cuenta un poco como se han desarrollado las cosas, que el niño ha llegado igual que su hermana, con una vuelta de cordón al cuello y que lo han tenido que sacar con ventosa como a Alba. Dice que ha sido un parto hospitalario de los típicos, con reproches por haber llegado ya en expulsivo, quejándose de que seguro que ha aguantado tanto para que no le pusieran oxitocina. Trato de quitarle esos pensamientos, le pregunto si han llegado a ponerle anestesia y me dice que sólo para ponerle los puntos. Le digo que eso es totalmente normal, que en Acuario también le hubieran puesto anestesia local para coserla. Entonces ella recuerda que con Alba en Acuario también le pusieron anestesia local para los puntos.

Empieza a desesperarse por no tener allí a Carlos y dice que está pasando un tiempo muy importante para el bebé. Imagino que está pensando en la instauración de la lactancia y le digo que ahora no piense en tiempos, que en cuanto traigan a Carlos recuperarán este ratito y ya no se separará de él. Le explico que está muy cerquita, solo unas puertas más allá de la habitación y ella me dice que le está enviando mensajes positivos a su bebé para que se recupere enseguida y lo traigan prontito.

Empiezan a llegar familiares, se empieza a llenar la habitación, así que salgo de la habitación y aprovecho para ir a la puerta de la salita donde están observando a Carlos y veo a la pediatra que sale y dice que va ha hablar con la mamá de la habitación 711........Uf, que descanso, no ha dicho la habitación 709. Empiezan a sacar algún bebé, pero ninguno es Carlos, estoy con Chimo allí y preguntamos si van a sacar ya a Carlos, la pediatra que está volviendo en ese momento nos explica de forma muy seca que Carlos aunque ya empieza a respirar mejor, tiene un quejidito al respirar y las manitas un poco frías, que en cuanto desaparezca el quejido y recupere temperatura se lo llevarán. Nos piden que no nos quedemos allí en el pasillo, así que como poco podemos hacer, nos vamos hacia la habitación.

La habitación está muy llena y empiezo a preocuparme por cuando le lleven al bebé a Asun, imagino la poca intimidad que va a tener y hablo con Chimo de esto, le pido que trate de que la gente salga de la habitación cuando llegue Carlos. Él me dice que si y me explica que ha hablado con su suegra y le ha dicho que esta noche él se irá a dormir con Alba para no trastornarla demasiado y que Asun decidirá con quien quiere pasar la noche y su madre dice que respetará la decisión.

Aprovecho y llamo a casa, mis peques están bien y les aviso de que no se cuando volveré, si hoy por la noche o mañana por la mañana.

Me asomo a la habitación y sigue muy llena, veo de lejos a Asun y no se como ayudarla, así que voy de nuevo a donde está Carlos. Chimo viene conmigo y preguntamos de nuevo como está el niño. Nos dicen que en seguida lo van a llevar, que en tres minutos lo tenemos allí. Uf, respiro, se acabaron mis fantasmas, con esas tres palabras “en tres minutos”, se han largado bien lejos de mi cabeza, por fin veo que no tiene ningún sentido el pensar que mi historia se va a repetir. Vuelvo a repetirle a Chimo que ahora si en cuanto lleven al niño hay que vaciar la habitación. Al ratito sacan una cuna con un bebé, en el cartelito pone “Carlos – Mª Asunción Roca Gea”. ¡¡¡POR FIN!!!, miro a Carlos, tan morenito y tan guapo, va tranquilo, no llora. Llegamos a la habitación y entre Chimo y yo conseguimos vaciar algo la habitación aunque no todo lo que yo quisiera, las abuelas no se van, se quedan allí una a cada lado de la cama. Asun ya tiene a su bebé pegadito a ella, le ayudo a quitarse el camisón, que va atado a la espalda y con el gotero es complicado, pero lo conseguimos, acerca el pecho a Carlos y se engancha sin problema, ya no existe nadie alrededor de Asun y Carlos, están el uno con el otro y el mundo se ha parado.

Chimo ha salido y sigo pensando que podría ser aún mejor si salieran las abuelas y se quedara Chimo, es el momento de ellos tres. Salgo y le digo a Chimo que si puede entrar y estar con Asun, que seguramente en estos momentos ella quiere que él esté allí y no las abuelas, que si puede las haga salir. Entra Chimo, pero no veo que las abuelas salgan, entro y sutilmente sugiero que podríamos dejarles a los 3 unos momentitos de intimidad. La madre de Asun hace ademán de moverse, pero la suegra bastante enfadada me dice que ellas allí no molestan. Me doy por vencida, no es momento para pelearse y Asun está embelesada en su bebé.

Pasa el rato, empiezan a entrar familiares de nuevo, así que entro yo por si Asun necesita algo de mi. Me acerco a ella y ella me pregunta cuando me tengo que ir, que que voy a hacer. Le digo que este momento es de ella, que ella decide lo que quiere que yo haga. Me dice que le sabe mal hacerme quedar, pero noto que no quiere que me vaya. Le digo que no es momento de pensar en los demás, que piense en ella misma y elija de verdad quien le apetece que se quede con ella esta noche. Me mira, me da la mano y me dice que entonces quiere que me quede yo.

Carlos sigue con su tetita y todo marcha bien, así que vuelvo a salir y llamo a casa para avisar de que volveré mañana por la mañana, todo va bien por casa.

Los familiares se van marchando poco a poco, al final se quedan Chimo y la madre de Asun. Chimo se ofrece a llevar a su suegra a casa y su suegra prefiere quedarse un rato más con su hija. Cuando Chimo se va, Asun tiene ganas de ir al baño, la acompaño y la limpio un poco. Carlos está en la cama dormidito.

Traen la cena a Asun y mientras su madre la ayuda con la cena me pide que coja al niño. Para mi todo un honor. Carlos se remueve un poco, debo oler muy diferente a su mami, pero finalmente acepta y se queda apoyadito en mi pecho. Asun vuelve a ir al baño tras la cena y la abuela se acerca a ver al nieto, se lo dejo un poco mientras Asun está en el baño y cuando ella sale, la ayudo a colocarse de nuevo en la cama. La abuela no parece tener intención de devolverle el niño, así que me ocupo yo de cogerlo y dárselo a la mamá. La abuela pregunta si no lo dejamos en la cuna, Asun se apresura a decirle que ni hablar. No hay más comentarios.

La abuela se va y nos quedamos Carlos, Asun y yo, hablamos un ratito Asun y yo sobre como han transcurrido las cosas y lo bonito que es Carlos y lo que se parece a su hermana. Mamá y bebé están cómodos, así que me voy al sillón, cojo una revista y los dejo tranquilos, de vez en cuando miro de reojo por si la mamá se duerme, pero no puede dejar de mirar a su bebé. Asun me dice que tiene dolores en el útero cuando mama Carlos, le pregunto si quiere algún analgésico y me dice que lo pida, que de momento aguanta pero quiere tenerlo por si acaso. Al poco rato decide tomárselo. También tiene hambre, así que voy y le pido un yogur y unas galletas, se las come mientras le sujeto a Carlos, que esta vez está menos conforme con eso de estar en mis brazos, cada vez tiene más claro que es con su mami con quien debe estar.

Asun termina el yogur y las galletas y le doy de nuevo a Carlos, parece que está incómodo, le miramos el pañal pero está limpio, así que le sugiero si quiere abrirse el camisón y poner al bebé piel con piel. Se abre el camisón pero no quiere desnudar a Carlos, dice que será molestarlo demasiado. Así que le pongo a Carlos encima de su pecho y los tapo. Parece que así Carlos se queda más tranquilo y finalmente se duerme sobre su mamá. Pasan así un buen rato y Asun me llama. Dice que está muy agusto y le da penita pero necesita ir al baño. Cojo a Carlos y va al baño, al volver Carlos se ha despertado, así que lo pongo a su lado y le da pecho de nuevo. De vez en cuando Carlos protesta y les ayudo si necesitan cambiar de posición o si se han destapado. Finalmente nos dormimos los tres.

Entra la luz por la ventana y Asun y Carlos están dormidos, así que cierro las cortinas para que no les entre mucha claridad. Siguen durmiendo pero entra una enfermera con los termómetros. Me levanto y ayudo a Asun, Carlos sigue dormidito.

Traen el desayuno, me cambio de ropa, Asun va al baño, Carlos va tomando teta y le digo a Asun que he preguntado y me han dicho que se llevan a los bebés para bañarlos y a veces la revisión pediátrica la pasan en la habitación y otras veces se llevan al bebé. Le comento que el baño no es necesario y que pueden negarse a que se lo lleven a bañar, que también puede pedir que la revisión pediátrica la pasen en la habitación, pero que si se ponen muy tercos con el tema, el niño tiene derecho a ir acompañado en todo momento de un familiar. Ella me dice que no dejará que se lo lleven a bañar y que las revisiones pediátricas siempre irá alguien con él.

Llega la madre de Asun, recojo mis cosas y me ocupo de llenar la cunita con pañales, compresas, neceser, etc, etc, para que la abuela no tenga tentaciones de dejar allí al niño, ya que Asun no quiere usar la cuna (me lo ha dicho durante la noche, al igual que me ha dicho que se alegró mucho por haberle dicho a su suegra que les dejaran intimidad, que aunque no se habían ido el hecho de habérselo dicho, para ella era todo un logro).

Le doy un beso a Asun, otro a Carlos y dos besos a la abuela, no sin antes felicitarla por el nuevo nieto, me voy y quedo en que le llamaré al día siguiente. Me voy con la dulce imagen de Carlos en mis pensamientos.

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